sábado, 13 de mayo de 2023

No es necesario el mito..


 Título: No es necesario el mito

Autora: Lea Nieves Torres

País: Colombia

Fecha: 25-08-2021

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"Una mujer me ha envenenado

el alma,

otra mujer me ha envenenado el cuerpo;

ninguna de las dos vino a buscarme,

yo de ninguna de las dos me quejo".

(G. A. Bécquer)




¿Quién dijo que la muerte

y el dolor distinguían

 entre niñez,

 juventud o vejez

para dejar 

su doloroso rastro?


Ocho huérfanos de padre,

una madre joven queda sola

sola y tan triste añorando

al pintor de costumbres

del entorno que le rodea:

no había cine ni televisión

ni teléfono  y menos internet, redes sociales ni tecnológía

para matar el tiempo

 y alimentar  el ocio que hoy

carcome y devora humanos.


Un apellido sonoro de raíz

alemana del pintor don

José Dominguez Becker

debe sonar al diapasón

hispánico en un Bécquer

afrancesado que ablande

el alma y el frío corazón

y así evitar la discriminación.


Gustavo Adolfo Claudio

Domínguez y Bastida 

y la cadena que apellida

del fantástico estadio

de la cambiante vida.


Otro cruel golpe de la muerte

separa de la madre y los niños

quedan a merced, cariño

y cuidados de los familiares

que tratan de llenar el vacío

de la ausencia de los padres.


Gustavo Adolfo: once años, llora inconsolable,

la muerte de su madre,

 pinta, pasa revista y escribe 

en el libro de cuentas

del pintor costumbrista.


Me pregunto: si hubieras

sido un náutico,  soñabas

serlo en la edad primera

pelearías con el oleaje mar

y sus tormentas, viajarías

a otros continentes, islas

y en cada puerto un amor

dejarías con algo de dolor.

¿habrías escrito por destino

acaso tus soñadas poesías?


Un colegio, el tuyo cierra

y una sabia hada madrina,

Manuela Monahay amorosa

cultiva en tu alma la rosa

del saber bien escudado 

en el  sereno y sabio nicho

del misterioso libro que reposa

 inqueta alma aédica de nauta.


Quién dijo que tú eras un vate

solitario, un poeta triste;

que eras un bohemio, sin trabajo, 

sin horarios, sin norte y despistado?


Ya aparecen las huellas

 de tus pasos,

las huellas borradas

 por deshumanizados

amantes de los mitos, 

expertos en la Imagen

como los que hoy abundan 

y que borrando huellas

esconden la evidencia.


Hoy sabemos, Gustavo

Adolfo  Claudio 

sobre la gravedad de tus amores, sabemos

del desprecio de Julia,

de la traición de Casta;

de tus tres hijos(?dos¿)


 y sabemos también Gustavo Adolfo, 

sobre la gravedad de tu bolsillo,

sobre la gravedad de tu salud;

sabemos de Gonzalez Bravo

de su poder,de sus funestas prácticas camaleónicas;


sabemos, aunque duela

sobre tu encierro voluntario

 Veruela: donde escribiste "Cartas desde mi celda"

sabemos que escogiste el Becker más sonoro

que el Domínguez, que el Vargas

y otros pocos sonoros apellidos;

sabemos que perdiste Las Rimas que sacaron

del infierno

a millones de mujeres oprimidas

por los fuertes regímenes machistas,

que las recuperaste gracias a tu memoria prodigiosa

y a las publicaciones 

en Revistas y Periódicos

 en los que trabajaste

y que ordenaste a un tal 

Ferrán, del que poco se sabe ni sus males

condenar a la Píra tus cartas personales

para evitar tu desprestigio

y no dejar ningún vestigio

de tus males

y sabemos que moriste

 muy joven 

_dicen los limpiafosas

 que moriste de la enfermedad que morían los románticos- vaya uno a saber qué enfermedad sería

_yo me inclino a suponer

 que fue de Poesía...


y me pregunto: serán buenos amigos

los que cercenan versos para poner humanos

en santos pedestales para rendirles culto

en los sucios altares de los mitos profanos?


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