AÑO NUEVO

Año esclavo de  días

Lábiles transcurridos

Entre culpas y hosannas.

Raudos, vínicos días

 En los que las palabras

Desnudas se atragantan.

Navegantes asiduos

De las por siemprevivas

Nebulosas del recuerdo.

Días de estrellas fugaces

Como naves supersónicas

Días, megalómanos,  viajeros

Sinuosos de las moléculas del aire

Y abajo todo lo verde crepita

Y lo verde es leyenda sin orillas.

Año, lleno de días

 Ladrones de sueños,

Abstruso eremita,

Buco-melancólico

Y en tu cola esfuman

Cual cometa Halley

Las voces y rostros

De seres amados

Que  no volverán...

Y yo sigo aquí, firme

 Anclada en el tiempo

Estoy de pie sobre

La Punta del Iceberg del año.

PATÍBULO

En tu presencia o en tu ausencia
Las horas se ahorcan
En el patíbulo de los segundos
Por fin como un beduino,
Sediento y sudoroso
Llegas, como la noche,
A mi oasis de espejos encantados.

Amoroso me envuelves
Entre tus brazos fuertes
Y con mis manos suaves
De hembra en celo
Tomo la tiza o el crayón:
Mis dedos temblorosos
Escriben paso a paso
Sobre el tablero de tu piel
Desnuda, olorosa a mar embravecido
Y graban sensaciones,
En tu cuerpo.
Nuestras bocas
Se buscan con ternura.

Tu saliva es como el vino
Ácido de grosellas
Y tu virilidad es como el vino
Antiguo que embriaga mis sentidos.

Yo no sé si tu cuerpo
Es mi cuerpo, si mi cuerpo es tu cuerpo,
_Nuestros cuerpos en uno_
Me pierdo en ti y te pierdes
Dentro de mí:
Un solo corazón
Mientras afuera
Las horas pasan veloces
Como relámpagos
Ahorcándose aún
En el patíbulo vil
De los segundos.

TE BUSCO

I. Entre ladrones

Te busco como a los más buscados
Hombre mío, cacique  de millones de rostros

Que te escondes en las fortalezas

Inaccesibles de lo ignoto

II. Entre la Mar

 

Te busco y no sé cómo

Surges desde la mar que esconde

El resplandor de mil auroras y una

Pléyade de luceros titilantes

Y en el agua de mar salada y cálida

Quedan tus huellas en la duna

Desertora de mil atardeceres

III. En la Ciudad

Te busco en la fortaleza inaccesible

De la ciudad de millones de rostros

Y muros invisibles me impiden tocarte

Y aunque sé que estás allí

El acceso a tu universo me es denegado

Los cerrojos que levantaste

No abren con las claves que aún poseo

Tampoco aceptan su cambio

Ni reciben mis contraseñas

Ni mis señales de humo

IV. Entre la Flama

Te busco entre la flama

Que aún arde en mí como en ayeres

Aún mi sangre hierve

Cuando tu nombre surge entre las cosas

Aún eres para mí como un telón

Que se abre a la comedia,

Como rio  desviado de su cauce

Y cuya brisa no le pertenece.

 

GRAFITTI (Fragmento)

GRAFITTI
(Fragmento)

I. LA PLAZA

Te amé:
Entre los musgos y algas vigilantes
En las palomas gordas de la plaza
Alimentadas por los transeúntes
Y los turistas que pasean su tristeza
De un lugar a otro o sus proezas
Y en todas sus aristas su dolor.
Te amaba hasta los límites de lo desconocido,
En los grafittis frescos de las paredes blancas.
”Fidelidad es pereza”, eso nunca lo olvido.


II. ENTRE MENDIGOS

Te amé en el sueño lábil de la desesperanza.
En el letargo undívago de los dominados
En la ira ciega y cotidiana de los asalariados.
Entre la soledad mendiga de las amas de casa,
Que limpian sus hogares cual tacitas de plata.


III. EN EL TRANVÍA

Te amé:
En el sopor del humo del tranvía,
En el veneno de la gasolina de alto octanaje.
Te amé entre las mentiras oficiales
De las Instituciones. En el sutil maquillaje
Cambiante de manipuladores y payasos de circo.
En la ignorancia implícita de los vivos- muertos
Que vegetan como muertos- vivos.
Te amaba hasta los límites de lo desconocido,
En los grafittis frescos de las paredes blancas.
”Fidelidad es pereza”, eso nunca lo olvido.

Lea Nieves Torres

LA DIGITO-PUNTURA NO ME CURA DE TI...

LA DIGITO-PUNTURA NO ME CURA DE TI

Nada me cura de ti en los principales puntos dolorosos:

Ni los golpecitos, ni los masajes,

Ni la madera con su floema y su xilema.

Nada me cura la anorexia de ti,

Ni el asma que me da el tenerte cerca,

Ni los calambres en las pantorrillas,

Ni del dolor de mi corazón...

La digito-puntura no me cura:

La ciática, ni la depresión que causa tu ausencia,

Ni la indigestión, tampoco el estreñimiento

Ni la fiebre del heno que causa tu presencia,

Ni el hipo, ni el insomnio,

Ni los lumbagos, ni el dolor de espalda,

Ni os trastornos de la digestión

Tampoco las neuralgias del trigémino

Ni del dolor de mi corazón...

La digito-puntura no me cura:

La presión alta o baja, la nuca dolorida,

Los vértigos, la tos, ni la ronquera,

Las fracturas de olvido por tu ausencia,

Ni del dolor de mi corazón...