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lunes, 3 de diciembre de 2012

LA PIEL





Poema seleccionado entre los Finalistas, por "El Centro de Estudios Póéticos de Madrid, España, en el Concurso "UN PUÑAL AL COSTADO" y publicado en la Antología Delmismo nombre.



De pie, en el umbral de la puerta del destino,La piel, mi oscura piel, muro donde el mundo me abraza.
El puñal al costado, me hiere o me golpea, según las circunstancias.

Melanínica pie l_termómetro de mis áridas fiebres

Mi piel, duna de todos mis desiertos circundantes.

Los insectos me anestesian y ávidos invaden mi desierto,
Consumen mis huesos, mi sangre y degluten mi carne viva,
Dejando sus rastros de muerte. En los parásitos de su saliva,
Como cavernícolas civilizados, degluten mi orbe infinito...

Amado mío: el dolor de la herida del puñal de tu ausencia,
Lanza sobre mí sus  ráfagas mortíferas, recorre mi orbe
A la velocidad de la luz, mi orbe ávido de tu presencia.
El dolor del puñal, a mi costado, carcome, como el hambre.

El dolor de la herida de tu puñal, mi amor, en mi costado,
Carcome mi corazón y mis entrañas y escribe, eternamente,
Sobre mi oscura piel, fuerte muro que me expone al mundo,
_Como en un odre nuevo y de vientre prolífico y fecundo_
La triste historia de este fuego de amor y roja sangre.

 La piel, mi oscura piel, muro donde el mundo me abraza.
El puñal al costado, me hiere o me golpea, según las circunstancias.

Melanínica pie l_termómetro de mis áridas fiebres

Mi piel, duna de todos mis desiertos circundantes.

Los insectos me anestesian y ávidos invaden mi desierto,
Consumen mis huesos, mi sangre y degluten mi carne viva,
Dejando sus rastros de muerte. En los parásitos de su saliva,
Como cavernícolas civilizados, degluten mi orbe infinito...

Amado mío: el dolor de la herida del puñal de tu ausencia,
Lanza sobre mí sus  ráfagas mortíferas, recorre mi orbe
A la velocidad de la luz, mi orbe ávido de tu presencia.
El dolor del puñal, a mi costado, carcome, como el hambre.

El dolor de la herida de tu puñal, mi amor, en mi costado,
Carcome mi corazón y mis entrañas y escribe, eternamente,
Sobre mi oscura piel, fuerte muro que me expone al mundo,
_Como en un odre nuevo y de vientre prolífico y fecundo_
La triste historia de este fuego de amor y roja sangre.